Ha pasado ya un mes desde que TVE dejara de emitir publicidad (que no autopromoción) en su programación y ya podemos ver algunos apuntes sobre los resultados de la decisión. Uno de ellos es el notable aumento en los índices de audiencia de sus programas y películas. Y es que eso de poder ver una peli sin cortes publicitarios cada 10 minutos se agracede.

Otro de los resultados no es tan positivo como esperaban las otras cadenas, y es un 60% de la inversión publicitaria que antes iba a TVE se ha perdido: unos 20.000 spots (y su respectivo importe) han dejado de emitirse en televisión.

¿Por qué las marcas han decidido invertir en otros medios o simplemente ahorrarse el dinero? Hay varias razones: la crisis, la efectividad y rentabilidad de otros medios y un mercado televisivo incapaz de absorber tal cantidad de publi: en Telecinco y Antena ya no caben más anuncios y en LaSexta y Cuatro no tiene sentido hacer una inversión tan grande para los nimios ratios de audiencia que tienen (apenas un 5%). Y las audiencias de la autonómicas están limitadas geográficamente.

Con lo cual, deducimos que las otras cadenas no se han visto tan beneficiadas como esperaban con esta medida. Si a ello le sumamos que todo lo que no ingrese TVE por publi lo tenemos que pagar nosotros y que toda la publi que no se haga perjudica a los que se dedican a esto (no sólo agencias, ojo), ¿a quién beneficia?

A internet, donde irán unos 30 millones de euros. Y al espectador, claro, que no debe tragarse tanto anuncio. Pero quizás la pregunta es: si en vez de tanta promoción de Águila Negra, la hora de José Mota y demás emitiesen publi entre programas, sin cortarlos, respetando a la audiencia y cobrando un precio mucho mayor a los anunciantes (a menor saturación, más efectividad, por tanto más precio), ¿no saldríamos todos ganando?

Podéis ver más detalles de la noticia aquí.